El
mundo ha cambiado, y también las ventas. Hace treinta años, la función
principal de un vendedor era comunicar valor—mostrar como un producto o
servicio era superior a sus competidores o como podía hacer un mejor trabajo
satisfaciendo las necesidades de los clientes. Actualmente, el trabajo
principal del vendedor es crear valor—sumar solución de problemas y
creatividad, de forma que el cliente compre tanto los consejos y pericia del
vendedor como el producto.
Este
cambio de roles se ha acelerado mucho, tanto por la recesión como por Internet.
Los clientes ya no valoran al vendedor “folleto parlante” que explica
productos. Nosotros encuestamos a los clientes para encontrar como los
vendedores crearon valor desde la perspectiva del comprador. Ninguna de las
personas que respondieron dijo que los vendedores que hablan acerca de sus
productos creaban valor. Por el contrario, los discursos de productos fueron la
queja numero uno de los clientes, los que tenían comentarios como, “Es más rápido,
más conveniente y más objetivo ir a Internet que escuchar un discurso de
producto”.
En
la actualidad, en las fuerzas de ventas B2B promedio, cerca de un tercio de los
vendedores son folletos parlantes. Ellos han sobrevivido porque, en los años
del boom económico, los productos y servicios se vendían fácilmente, y los “toma-pedidos”
podían ganar ingresos modestos a pesar de su falta de habilidades. Hoy en día,
la historia es diferente; los clientes no desean ver a vendedores que no creen
valor, y las compañías ya no pueden seguir manteniendo a vendedores de bajo
desempeño. Vender más duro puede que haya funcionado en los 80s, pero hoy ya no
funciona. Los folletos parlantes deben ser re-entrenados o irse.
A
pesar de esta conclusión pesimista, hay algunas buenas noticias. Como la
mayoría de los entrenadores de ventas a su pesar han descubierto, los folletos parlantes
con frecuencia tienen patrones de conducta profundamente arraigados y, en el
pasado, han demostrado ser muy resistentes a la mejora de habilidades. ¿Y quién
podría culparlos? ¿Por qué cambiar su comportamiento si lo que usted está haciendo
sigue funcionando?
La
recesión es un poderoso estímulo para el cambio de comportamientos. Muchos
vendedores tradicionales actualmente están viendo a la cara el fracaso; sus
resultados son mediocres y mes tras mes no consiguen llegar a sus metas. La opción
de moverse a un puesto en otra compañía se ha hecho más difícil debido a la economía,
por lo que no tienen alternativa. Ha llegado el momento de re-pensar la forma
en la que ellos venden.
Una
recesión es un gran momento para estar en el negocio del entrenamiento en
ventas. No es por accidente que algunos de los más dramáticos resultados que he
alcanzado como entrenador, en términos de cambio de comportamientos y resultados
de la línea base han venido de trabajos realizados durante crisis económicas.
Nunca ha habido un mejor momento para que las compañías inviertan en rediseñar a
sus fuerzas de ventas. Los clientes quieren vendedores que creen valor, la economía
lo demanda, y la profesión de entrenamiento en ventas está en la posición ideal
para entregar resultados que puedan cambiar la suerte de las compañías.
Neil
Rackham
Profesor
Visitante de Estrategia de Ventas, Cranfield School of Management y Profesor Visitante de Ventas y Marketing,
Portsmouth University, Inglaterra
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